




















Descubre el alma festiva de los países andinos en celebraciones que mantienen vivas las creencias ancestrales, expresan gratitud y devoción, y revelan la profunda conexión de nuestros pueblos con la naturaleza y una cultura milenaria que sigue presente.
En Bolivia, la ch’alla en febrero invita a vivir una ceremonia ancestral que bendice hogares, vehículos y proyectos con ofrendas que simbolizan prosperidad, una tradición que también acompaña momentos como la siembra o la cosecha. Agosto, mes de la Pachamama, invita a participar en rituales ancestrales con mesas coloridas y la quema de la k’hoa, expresiones de gratitud profunda hacia la madre tierra. El majestuoso Carnaval de Oruro, declarado Patrimonio de la Humanidad, envuelve a los visitantes con danzas vibrantes, música y una devoción que transforma las calles en un espectáculo inolvidable.
En Colombia, el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto, celebrado en enero, es una colorida celebración de la igualdad, con desfiles que combinan tradiciones andinas e hispánicas. El Festival de la Chicha, la Vida y la Dicha, patrimonio cultural de Bogotá, rescata las tradiciones ancestrales, el folclor y la gastronomía de Cundinamarca y Boyacá, destacando la chicha, una bebida fermentada de maíz. En abril, Valledupar se llena de energía con el Festival de la Leyenda Vallenata, una vibrante celebración que une lo indígena, africano, europeo y campesino, destacando a los mejores intérpretes y compositores de este icónico género musical.
En Ecuador, entre febrero y marzo, el Pawkar Raymi celebra el florecimiento con rituales, música, danza y ferias comunitarias en varias provincias como Imbabura y Cotopaxi, marcando el inicio del nuevo ciclo agrícola andino. En junio, el Inti Raymi ilumina los Andes con ceremonias dedicadas al sol en varias provincias como Pichincha, Tungurahua y Chimborazo, donde se congregan comunidades y visitantes. Estas celebraciones expresan la continuidad de los calendarios agrícolas ancestrales y la relación espiritual de los pueblos kichwa con el sol, la tierra y los ciclos de la naturaleza.
En Perú, la Festividad Virgen de la Candelaria, celebrada en febrero en Puno, reúne danzantes y músicos que rinden homenaje a la Virgen con danzas, cantos y rituales que han pasado entre generaciones. En abril, durante la Semana Santa, Ayacucho se transforma con procesiones solemnes, alfombras de flores hechas a mano, cantos tradicionales y misas que fusionan la fe católica con expresiones culturales andinas. En junio, la Fiesta de San Juan en San Martín reúne a la población en torno al río, símbolo de vida y purificación, con danzas, música y comidas típicas.