




















Descubre los tejidos andinos, verdaderas obras de arte que reflejan la conexión ancestral de los pueblos andinos con su cultura, y vive una experiencia donde cada pieza te cuenta una historia de identidad y destreza artesanal.
En Bolivia, el aguayo deslumbra con sus colores intensos y figuras geométricas, símbolo vivo de las culturas andinas de La Paz y Cochabamba, presente en la vestimenta cotidiana de mujeres aymaras y quechuas, refleja la conexión profunda con las tradiciones y costumbres de las comunidades. Los tejidos de Tarabuco, en Chuquisaca, son reconocidos por sus diseños cargados de simbolismo, que narran historias de la vida cotidiana y la cosmovisión del pueblo yampara, preservando así la identidad cultural de la región.
En Colombia, las mochilas wayúu de La Guajira, tejidas por las hábiles manos de las mujeres wayúu, se utilizan tanto como accesorio diario como símbolo de identidad cultural. Las mochilas arhuacas de Magdalena, con sus detallados diseños de lana, celebran la conexión con la naturaleza y son perfectas para quienes buscan piezas funcionales. La ruana de Boyacá, confeccionada con lana de oveja, es una prenda de gran simbolismo que combina abrigo y tradición campesina, ideal para los días fríos. El tejido en guanga del pueblo de Pasto, ofrece mantas, taparrabos y otros productos que enriquecen la vestimenta.
En Ecuador, las fajas andinas o chumbi de las provincias de Imbabura, Chimborazo y Tungurahua son accesorios que realzan la vestimenta y son símbolos de la identidad kichwa. Utilizadas tanto en el día a día como en celebraciones, estas coloridas fajas representan el espíritu ancestral de los pueblos andinos. En Azuay, la macana, un paño tejido a mano en telar con la ancestral técnica del ikat, crea diseños únicos, usados en festividades y en la vida cotidiana, que permiten llevar consigo la memoria y creatividad de los pueblos andinos.
En Perú, los chullos en la isla de Taquile, son una expresión viva de identidad, tejidos a mano destacan por su fina técnica, el uso de materiales naturales y su profundo simbolismo, revelando el estado civil, posición social y herencia cultural de quien lo lleva. En Ayacucho, el bordado ayacuchano adorna con maestría prendas y textiles, ofreciendo un colorido y simbólico relato de la destreza ancestral de sus artesanas. En San Martín, los cintos chumbi y watu, tejidos con esmero por el pueblo Kichwa, acompañan la vestimenta diaria, y también son esenciales en ceremonias, siendo recientemente reconocidos como Patrimonio Cultural de la Nación.